LA ILUSIÓN DE LA ZONA DE CONFORT
En mi ejercicio como terapeuta he tenido diversas experiencias en torno a la frase “salir de la zona de confort”, en su mayoría no agradables ya que no se logra comprender el sentido de la misma y en parte, estoy de acuerdo, trataré entonces de explicar cómo podría cobrar sentido.
Cuando nos referimos a salir de la zona de confort no estamos usando el término en relación a la comodidad, esa que te lleva a asociarla con placer o con una sensación agradable, no, realmente nos estamos refiriendo a la situación que implica que estás en tal posición cómoda que no te mueves, que no hay cambios y que te acostumbraste a ella, aunque esta costumbre implique dolor, sufrimiento, angustia, estrés, pero estás habituado, y si ya es un hábito o costumbre no deseas cambiar, solo acomodarte a seguir allí, es a esto realmente que le llamamos No salir de la zona de confort.
Por ejemplo, el caso de una mujer que tiene maltrato físico o psicológico en su matrimonio pero está en su zona de confort, es decir, no busca una solución ya que implicaría asumir otro estilo de vida al cual no está acostumbrada, teme a la soledad, a desarrollar nuevas habilidades, a hacerse cargo de ella financieramente, entonces prefiere continuar su calvario antes que salir de esa situación, ya se acostumbró y se habituó a esa vida que por más sufrimiento que esta le cause no tiene la fuerza para salir de ella.
Estoy de acuerdo con que el término no puede asociarse fácilmente en el cerebro cuando la zona de confort se refiere a vivir en sensaciones desagradables o condiciones de tristeza constantemente, sin embargo, creo que para muchos esta aclaración puede servirles para comprender lo que significa y así poder identificar si es tu caso.
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