LA HISTORIA DETRÁS DEL LIBRO EL MENSAJERO DE LA LUZ-CAP6

…Hay momentos en la vida de un ser humano donde se revalúa toda su existencia, no a todos les toca vivirlo y tampoco lo llamaría los sótanos del infierno, cómo está de moda, prefiero llamarlo, Tiempo de Montaña, claro, depende de como elijas vivirlo.

En mi caso, me adentré de manera más profunda en mis emociones, estuve aislada de las redes sociales, aislada de mi familia desde el silencio, me retiré a la #montañasanadora en varias ocasiones, medité cuánto más podía y me conecté con la naturaleza con propósitos claros y con mis maestros espirituales, ¡no físicos! fueron 2 meses y medio en donde viví un carrusel de emociones, donde me faltó la inspiración, la motivación, donde perdí el deseo, no lo llamaría depresión pues era consciente de todo lo que estaba viviendo. En mi interior sabía que estaba pasando por un período que debía superar y que no se parecía a ninguno de los que había vivido en mi pasado.

Cuestioné toda mi vida, mi misión, mi pasión, mi estilo de vida, mis sueños y todo lo que había hecho hasta el momento, seguía siendo consciente de que por duro que se me estaba haciendo, saldría, lo superaría y nada sería como antes. En mi corazón estaba la certeza de que al momento de salir no sería la misma mujer de antes.

El libro, el sueño, #elmensajerodelaluz se quedó en la bruma, nada había claro en mi vida, sin embargo, cada que pasaba el tiempo tenía respuestas, revelaciones, sueños, visualizaciones, regresiones, la ayuda la tenía todo el tiempo. Experimenté sensaciones y logré ver cómo se desprendía de mí la forma de lo que era y experimenté el desapego, viví el duelo que debía vivir para de nuevo continuar.

Fue el momento más difícil de toda mi existencia y he vivido situaciones muy fuertes en mi vida pero jamás como este. Comprendí que todo lo que había trabajado espiritualmente me había llevado a este punto, era el momento de elevar mi nivel de consciencia y aunque ese ha sido mi sentido de vida, no estaba preparada para la transformación espiritual que estaba viviendo, es un proceso que implicaba también dolor físico ya que energética y físicamente se produce un cambio.

De pronto comencé a sentir que la niebla se despejaba y me mostraron todo el proceso con claridad. Cada emoción, pensamiento y situación que viví tenía una razón de ser y al comprenderlo, la paz me invadió.

Estaba convencida que ya no sería la misma, ya no pensaba, ni sentía igual. Concluí que estaba en un proceso de depuración del viejo ser y que ahora la vibración era diferente. Todo afuera segúia igual pero yo no. Mi posición frente a la vida hoy es otra y con ella llegó el poder cocreador que solo cuando te ves desde la dimensión del amor puedes usarlo y sentirlo…Comencé a vivir en otro mundo dentro de este…¡en el universo del amor!

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