UNA VERDAD SUPERIOR

El destino, uno de los misterios más grandes de la vida. ¿Lo forja cada persona con sus decisiones? ¿Ya está escrito? ¿ya está escrito, pero tú puedes incidir en él? Hay tantas teorías, sin embargo, es importante reconocer que sea cual sea tu idea de él define cómo has vivido tu vida hasta el momento y cómo la seguirás viviendo.

El destino es subjetivo, varía según la concepción que tienes del mundo, de la vida y del ser humano. Si en tu cosmovisión consideras que no eres quien lo define, nunca podrás saber que te espera, eres solo una entidad pasiva que espera señales para seguirlas, no tienes control sobre tu vida.

Si en cambio, ves la vida desde una construcción basada en tus decisiones, eres una entidad activa y puedes diseñar el destino que desees, pero, ¿y si no creciste con esta visión del mundo? ¿Estás destinado a ser infeliz por no realizar tus sueños?

Déjame decirte que aunque no hayas tenido una formación a partir de una verdad superior a la culturalmente establecida, una verdad donde no existe el castigo, el infierno, la culpa, el remordimiento, el juicio, el bien y el mal, la separación, todo aquello que hoy ha limitado tu capacidad de crear, de decidir y de actuar desde el poder de tu SER, no significa que no puedes aprender, no importa la edad que tengas, la vida se hizo para explorarla y vivirla desde cada experiencia que te lleve a una evolución.