EL EGO EN LAS RELACIONES AFECTIVAS

Los seres humanos, sin excepción, buscan el amor en sus vidas, independientemente de la versión que tengan de él o las experiencias que hayan tenido, siempre lo están anhelando y esto es porque en nuestra esencia se encuentra ese código grabado.

Sin embargo, no es el amor que nos han enseñado o hemos visto durante siglos, el que nuestra esencia reclama o busca, pues este ha sido un reflejo del Ego y es el causante de que no hayamos avanzado a una versión del amor más pura y satisfactoria.

Pero ¿Qué es el Ego en el amor? El Ego son nuestras percepciones mentales de lo que significa amar a alguien, es el deseo de poseer, es la necesidad de que nuestros deseos sean satisfechos por otra persona, es nuestro vacío de soledad que buscamos que nuestra pareja llene, es la intención de cambiar al otro porque no actúa como debería, según lo establecido en una etiqueta de “somos pareja”, es el miedo a perder beneficios o compañía, es nuestra necesidad de que el otro nos de lo que nos falta y no hemos asumido, es imponer al otro que nos acepte como somos aunque con ello hagamos daño, el ego nos impulsa constantemente a tener la razón y a exigir comportamientos que puedan satisfacer nuestras creencias.

El Ego es quien te separa del verdadero amor universal, el amor que permite la libertad del otro, el que respeta el pensamiento y comportamiento del otro, el que acepta la diferencia así como la similitud como algo que debe fluir sin ser condicionado.

El amor universal procura Ser, simplemente Ser y dejar Ser al otro. Quizás te pueda parecer difícil y ¡realmente lo es!, pues derrumbar siglos de condicionamientos mentales que ya están instaurados en una red colectiva social no es nada fácil, pero si deseas vivir una relación de pareja sana y en armonía deberás empezar a revaluar tus propios esquemas mentales sobre el amor, así como, revisar de qué forma puedes sanarte a ti mismo para que el Ego deje de dominar en tus relaciones afectivas.

Te recomiendo que comiences por observar cómo son o fueron  las relaciones amorosas de tus padres, tus abuelos, tus tíos o esas parejas que estuvieron presentes en tu infancia, ya que solemos repetir la historia o crear escudos para no repetirla y esos escudos son los que te impiden disfrutar del verdadero amor, de seguro encontrarás información muy interesante que te llevará  reflexionar sobre cómo llevas tus propias relaciones.

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